jueves, 22 de febrero de 2007

bienvenidos al blog internautas galacticos porréricos

Había una vez un hombre muy rico que se fue a buscar al hombre más sabio de la comarca. Cuando lo encontró a la orilla de un río pescando le preguntó: "¿qué sería lo que más te gustaría tener?" A lo que el sabio le respondió: "un poquito de por favor" Entonces el hombre rico le dijo: "¿qué te parecería si a esta poza solitaria le añado diez o doce tías en pelotas, todas para que te hagan compañía?" A lo que el sabio le dijo: "ya estas tardando en traerlas " mientras se ponia cachondo solo de pensarlo. El hombre rico al verlo le pregunto si era con esa otra caña con la que pensaba pescar a las chavalas . Y el hombre sabio le respondió "Dios le puso nombre a los animales , vió a un animalillo corriendo por el agua y le puso pez" . A lo que el hombre rico dijo " qué gilipoyez ".
Moraleja
No te acerques desnudo a una poza con las gafas puestas

2 comentarios:

tomitom dijo...

1 - La gente no pudo dormir muchas horas aquella noche. A primera hora de la mañana, incluso antes de que los gallos anunciaran el inicio del nuevo día, los ruidos de los motores de las furgonetas, las rodadas de los coches y el timbre de teléfonos móviles, actuaron de improvisados despertadores. Pero los vecinos no se extrañaron del temprano madrugón. La vida de la pequeña aldea aragonesa había cambiado radicalmente en un solo día. Les había tocado el millonario premio de la lotería de Navidad.

Don Fulgencio, alcalde de Villa Rogelia, en un inusual gesto de espíritu navideño, les había regalado un décimo a cada uno de los habitantes. No es que tuviera la convicción de que el número iba a tocar, pues él siempre se reía de eso. Pensaba que la suerte había que buscarla, con esfuerzo, eligiendo bien los caminos, cerrando cualquier puerta al azar. Claro que él lo había tenido todo muy fácil siempre. Nunca había tenido que mover un dedo para conseguir todo aquello que tenía. Y tanto se reía del azar, de ese anónimo desagradecido, que el azar se rió de él. Don Fulgencio había repartido el número sin quedarse ningún décimo. Ahora, desde su habitación, en la parte alta del pueblo, veía todo el movimiento de personas, de cámaras, de micrófonos, de personas sobre el asfalto de nieve. Nunca había visto tanta gente en su pueblo, ni aún en las fiestas que hacía años que no se celebraban. Por primera vez en su vida veía cómo los vecinos no salían con sus aperos a los campos ni con sus rebaños de pasto. Por primera vez se dio cuenta de que ellos podían ser felices. Se preguntaba si él había sido feliz alguna vez. El reflejo del cristal le confirmó que no.


Esta es la historia de ese pueblo y de sus vecinos,. Esta es la historia de unos seres humanos que vieron cambiadas sus vidas por un golpe de suerte. Puede ser la historia de todos y la historia de nadie. Pero este, el que a continuación sigue, es el retrato de aquellos hombres y mujeres que un día percibieron que sus vidas no iban a ser las mismas. En vosotros dejo la posibilidad de aprender, comprender y sobretodo escuchar lo que ellos mismos me quisieron contar, pues de alguna manera, son ellos los verdaderos protagonistas de este relato.
Nota:este mensaje lo ha mandado la rubia al otro blog pero como se colgaba lo hemos cambiado este que parece que funciona mejor

tomitom dijo...

david ha metido fotos muy buenas en www.klickr.com/photos/modorrix´s

menuda cuadrilla

menuda cuadrilla
cuadrilla menuda ,faltan, el que quiera salir que mande foto